Aves originarias de Nueva Zelanda también vuelan en Ecuador: científicos describen avistamientos de especies inusuales de albatros y petrel

Noticia publicada por el diario EL UNIVERSO de Ecuador
Nueva Zelanda es considerada la ‘capital mundial’ para avistamientamientos de aves marinas, incluyendo a distintas especies de albatros y petreles. La mayoría de ellos se reproducen y anidan en Nueva Zelanda para luego migrar a aguas de países sudamericanos, incluyendo Ecuador.
La comunidad científica ya sabía de al menos tres especies neozelandesas que frecuentan Ecuador: el albatros de Buller (Thallasarche bulleri), la pardela dorsigris (Ardenna bulleri) y el petrel negro (Procellaria parkinsoni). Un nuevo estudio demuestra la presencia de dos especies más.
Se trata del albatros de Salvin (Thalassarche salvini) yel petrel de barba blanca (Procellaria aequinoctialis). Ambas aves están consideradas como vulnerables según la escala de conservación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Dos ejemplares muertos de petrel de barba blanca fueron encontrados en mar Bravo, Santa Elena, en 2020 y 2023. Los científicos pudieron reconocer a la especie por su distintiva mancha blanca cerca del pico.En cuanto al albatros de Salvin, los investigadores señalan que un animal previamente marcado con un dispositivo geolocalizador habría entrado a territorio ecuatoriano en 2019.
Las medidas del cráneo de otro ejemplar muerto recuperado en mar Bravo en 2022 también correspondería a un albatros de Salvin. El animal varado tenía señales de haber sido golpeado por humanos, probablemente debido a interacciones con actividades de pesca.
El estudio también detalla más registros fotográficos de especies cuya presencia en Ecuador ya era conocida, como el albatros sureño de Buller. Es la primera vez que se ve a esta especie con vida en el país.
Los investigadores se basaron en avistamientos realizados por tripulantes de embarcaciones turísticas, por pescadores ecuatorianos, y mediante patrullas en distintas playas. Registraron aves vivas, muertas, y a otras las siguieron mediante geolocalización, pues las habían marcado previamente con dispositivos.
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